10 Años de BASURA televisiva

Ayer fue una fecha especial para la Historia de la Televisión de nuestro país: se estrenó la duodécima edición de Gran Hermano, programa que no necesita ni presentación. Desde que se estrenase la I Edición un 23 de Abril del 2000 en Telecinco, nosotros, los españoles, podemos levantar la cabeza y exclamar con orgullo que durante una década hemos tenido una de las parrillas televisivas con más basura y auténtica mierda de la historia del medio.

A lo largo de 10 años hemos asistido, atónitos, a un programa basura detrás de otro, pasando por 12 Gran Hermanos (a cada cuál más esperpéntico y con unos participantes más vagos y sinvergüenzas), a Buses que recorrían España, mansiones encantadas con videntes y estafadores y todo tipo de granjas y selvas con los que llenar el imaginario televisivo. Si no me fallan los cálculos, España cuenta con el Gran Hermano más largo del mundo, y así nos va: llevamos una década promocionando la vagancia, la sinvergonzonería, el no hacer nada y cuyo máximo propósito de la juventud es introducirse bajo el colchón a meterle mano a la concursante/Travesti de turno. Lo que me reiría si en la edición 13 de GH introducen a un concursante con SIDA sin que el resto de participantes lo supiesen, dándole una nueva dimensión al concepto de 'edredoning'.

Lo que más me entristece de toda esta situación es que, habiendo conocido el panorama televisivo y habiendo estudiando cómo funcionan las parrillas, únicamente puedo extraer una conclusión: y es que si ayer se estrenó la edición 12 de GH es porque todavía hay muchísima gente que sigue viéndolo. Los datos que indican que ayer fue seguido por más de 3 millones de personas son para echarse a temblar y para preguntarnos a nosotros mismos cuáles son los valores a los que aspira esta sociedad, cuyo máximo represante cultural y referente político es Belén Esteban. 

10 años de Gran Hermano: de sinvergüenzas, de vagos, de maltratadores, de putas, de gente cuyo único propósito es vivir del cuento tanto dentro de la casa como cuando salga de ella. De hecho, mucho de los "reconocidos" tertulianos de los magacines actuales son los Premios Planeta que salieron de ediciones anteriores del Reality. Educamos a nuestra juventud y sociedad con auténtica basura que pone en crisis los valores y el respeto de la educación (aún recuerdo con tristeza ese programa de generación del sesentaytantos, donde los chavales le chuleaban a los educadores, un referente educativo para nuesta juventud, sin duda alguna). 

Cultura para niños
Tenemos lo que nos merecemos. Por mí, que la gente siga viéndolo otras 12 ediciones más. Y mis más sinceras felicitaciones a Telecinco, has sido la cadena televisiva que más ha hecho por la cultura de este país.

Por qué 'La Red Social' es la película del año

  • Porque David Fincher nos ha vuelto a regalar otra de sus maravillas visuales.
  • Porque todos los actores están en estado de gracia, en especial Eisenberg (que hace suyo y sólo suyo el personaje de Zuckerberg) y Garfield (hacía tiempo que no sentíamos tanta lástima por un personaje)
  • Porque el magnífico, perfecto y milimétrico guión de Sorkin no nos habla de la página web, sino de las personas que estuvieron detrás y las constantes traiciones entre ellas. Uno de los guiones más "humanos" que nos hemos encontrado en mucho tiempo. Tanto director como guionista tratan al espectador como alguien inteligente y, a pesar de provenir de Hollywood, es una cinta que se aleja completamente de él.
  • Porque la película nos hace reflexionar sobre tantas y tantas cosas que seríamos incapaces de abarcarlas todas
  • Porque, de nuevo, hay que volver a mencionar la elegancia de Fincher a la hora de filmar y el perfecto sentido del ritmo y montaje que ha sabido imprimir a la película entera, consiguiendo que simples escenas como crear una web se conviertan en algunas de las más espectaculares del año o cómo el uso de flashbacks y la planificación paralela entre presente (demandas) y pasado (historias) hace de su montaje el mejor que he visto este año.
  • Porque el doblaje de Roger Pera para Eisenberg es, en una palabra, perfecto.
  • Porque la reflexión que plantea el uso de las nuevas tecnologías y redes sociales nos hace ver que Internet ha cambiado las reglas del juego para siempre.
  • Porque la frase "porque un tío haga una silla nueva no significa que le deba dinero a todos los hayan hecho sillas" es toda una declaración de intenciones
  • Porque David Fincher se merece el Oscar ya, al igual que Eisenberg y Garfield se merecen sendas nominaciones a actores. Resulta difícil hoy día hacer de gente "normal" o actual.
  • Porque, aunque no lo queramos, terminamos sintiendo lástima por una persona cuya fortuna se cifra en 7.000 millones de dólares. Cuando salimos del cine nos sentimos, precisamente, más afortunados que él.
  • Porque el plano final de Erica Albright es, sencillamente, devastador.
  • Porque, finalmente, seguro que habéis llegado a este post a través de Facebook

ESPECIAL SUPERMAN (III): Lo que pudo haber sido y no fue

Hoy cerramos el ciclo de especiales sobre Superman. Prometo no daros más el coñazo, pero es que debía hacer honor al símbolo que encabeza mi blog. No hará falta que os repita por enésima vez que fue finalmente Zack Snyder quien se alzó con la ansiada silla de director para la nueva entrega de Superman. Pero no sé si sabréis quiénes eran los otros 4 directores que Christopher Nolan y Warner Bros. barajaron para el proyecto. A continuación analizaremos, con un poco de humor para cerrar la semana (que nunca viene mal), qué hubiese ocurrido si Superman hubiese sido dirigida por:

  • Tony Scott: Seguramente nos encontraríamos con un Superman con mil planos por minuto, 800 más de los que hubiera impreso Michael Bay. Todo frenético, todo videoclipero, todo con un contraste que no se le ve ni la "S" del pecho. Seguramente lucharía contra las mafias de sudamérica. Produciría su hermano y se cargarían la franquicia. Y Clark Kent no sería blanco, sería Denzel Washington.
  • Duncan Jones: Hijo de David Bowie que pegó el pelotazo el año pasado. Jones se volvería loco si tueviera que pasar del presupuesto de 5M$ que tuvo Moon a los 200 de la nueva entrega. Superman no lucharía contra nadie. Estaría 2 horas recluído en su Fortaleza de la Soledad. Evidentemente, Superman también se vuelve loco y aparecería de nuevo el Superman borracho de la 3ª parte y, este, mataría al Superman sobrio. Fin de la película. La fanfarria de John Williams no sonaría. David Bowie cantaría a capella cada una de las canciones.
  • Jonathan Liebesman: Preferiría abstenerme de pensar qué haría.
  • Darren Aronofsky: Cogería a Rachel Weisz para hacer de Lois Lane porque es su mujer en la vida real, podría hacer un papel perfecto porque da la talla y es guapísima. Pero con Clark Kent habría un problema. Y es que habría 3 Clarks Kents: el Superman del pasado, el Superman del presente y el Superman del futuro. Lois Lane estaría muerta y Superman buscaría el modo de devolverla a la vida. Todos los supermanes comerían árboles para mantenerse vivos. Lex Luthor no sería el malo, sino que Superman sería perseguido por una nevera con la cara de Ellen Burstyn. Y todo resultaría ser una conspiración de matemáticos judíos para matarlo. Tanto en el futuro como en el presente como en el pasado, Superman vencería a los matemáticos y el médico le aconseja que se retire. El se niega, vuelve a atarse la capa y se lanza en planca desde el ring. Muerte de Clark Kent. Fin de la película.


¡¡Disfrutad del puentaco que viene y agarraos el DVD de Donner y de Singer!!

P.D. La foto que pongo no es coña, fue una prueba de vestuario de Nicolas Cage cuando Tim Burton estaba al mando del proyecto en los años 90. TEMBLAD.


ESPECIAL SUPERMAN (II): El Regreso

Coincidiendo con la noticia de que Zack Snyder dirigirá la próxima entrega de Superman, desde aquí quisiéramos echar la vista atrás y reivindicar o defender una película muy mal tratada por el tiempo. Hay veces que el paso de los años pueden encumbrar a películas que en su día fueron mal tratadas, pero en el caso de Superman Returns pasó totalmente al contrario: en su estreno tuvo un éxito medianamente notable (es cierto que Warner no recaudó todo lo que pretendía, aunque tampoco fue un fracaso) y con el paso de los años la crítica 2.0 ha ido desprestigiando esta entrega que no merece el aluvión de críticas recibido.

Muchos internautas (creo que a partir de ahora voy a usar este término con más acierto que llamándoles 'espectadores') se quejaron de que era una película vacía, una película sin alma, con el "ardiente" referente de una película de hace 32 años, la de Richard Donner. Cuando realmente, si la mira uno con el corazón, se dará cuenta que no puede haber homenaje más sentido y sincero al clásico de 1978 que Superman Returns, una de las entregas más fieles al espíritu del héroe.

Superman Returns es "muy Superman". Me explicaré: Si algo ha caracterizado a las entregas del héroe de Smallville o si de algo puede flaquear esta saga es que le falta un villano con la carisma que puedan tener los de otros superhéroes (como el Joker de Batman o los mil villanos de Spider-Man). En cambio, las entregas de Superman siempre se han caracterizado por tener un plan malvado en el que alguien quiere destruir o apoderarse del mundo (Lex Luthor) y Superman tiene que hacer lo impensable para evitar las desgracias en el planeta. Recordemos que Luthor quiso destruir el planeta en 1978 mediante cohetes y la Falla de San Andrés. Y en el 2006 Luthor intentó hace tres tantos de lo mismo, convertir el mundo en su parque de recreo y matar a Superman de paso. La historia y el espíritu no puede ser más fiel.

Aunque también soy plenamente consciente de los fallos de la nueva entrega, que tiene 3. En primer lugar le falta escenas de acción: además de la impresionante secuencia del accidente aéreo, el mostrenco más grande al que jamás se ha enfrentado Superman, le hacían falta un par de escenas mas, llevadas con el mismo ritmo e intensidad y buen saber hacer como esta secuencia. Y, por la otra parte -y la que más duele- es no saber aprovechar a un Kevin Spacey, ganador de dos Oscars, que tuvo en su mano hacer un Luthor inolvidable pero que se le escapó de las manos o no puso el interés suficiente. Aunque Gene Hackman tampoco es que sea el mejor Luthor de la historia, era un payaso. Y, por último, Kate Bosworth, quien no supo darle el nervio y mala leche del Nueva York del siglo XXI que se merecía el personaje de Lane. Estaba demasiado flaca, creo yo (por mucha química que tuviese con Routh, que no la tiene).

Al igual que en toda la saga, el villano vuelve a fallar, pero no por eso la película pierde el espíritu de la saga de los años 80, con el descubrimiento de Brandon Routh. Con el fallecimiento de Christopher Reeve, nosotros los espectadores hemos idealizando tanto la imagen que dio Reeve que creemos que nunca habrá un Superman mejor. Quizás el nuevo héroe (se rumorea que lo hará Jon Hamm, pudiendo hacer un retrato acojonante) sea el definitivo, pero aun así Routh hizo un sentido y bello homenaje a la figura de Reeves y sus gestos de Clark Kent.

Bryan Singer puso todo el alma en la historia y en la buena realización de la cinta, pero le fallaron las escenas de acción y la crítica del público que, tras 4 años, aun no sé qué esperaba de la cinta. Como decía sabiamente Alberto Abuín: "Singer ha ido a contracorriente. Ha optado por una narración totalmente clásica, y por un ritmo pausado con el que se toma su tiempo para contarnos las cosas. Eso, hoy en día no se suele hacer en una película de estas características. Estamos hablando de un film de más de dos horas y media en el que sólo hay dos o tres escenas de acción importantes. ¿Cómo acogerán esto las nuevas generaciones?". Siempre invitaré a que todo amante del superhéroe se siente en el sofá, enchufe el DVD y se deje llevar por el precioso inicio, donde las primeras notas de la fanfarria de Williams ya nos hacían soñar con que un hombre puede volar.

ESPECIAL SUPERMAN (I): Los orígenes judíos

Ayer se supo que el director para la nueva entrega de superman será Zack Snyder, director de Watchmen y 300. Así que tendremos una nueva historia de Superman volando a cámara lenta. Fuera de bromas, afortunadamente Christopher Nolan ha sabido escoger a uno de los directores más visuales que hay hoy en día, a quien no le tiembla la mano a la hora de enfrentarse a un superhéroe, ya que fue capaz de adaptar -con un estilo visual único- Watchmen, la novela gráfica inadaptable. Desde ILM quiero aprovechar tal noticia para hacer un par de repasos por la figura del héroe americano por excelencia: SUPERMAN.

LOS DIBUJANTES Y SUS RAÍCES
Uno de los factores que siempre me han intrigado del héroe son sus evidentes raíces judías. El hombre de acero nació en 1934 de la imaginación de Jerry Siegel y Joe Shuster, dos dibujantes provenientes de aquella segunda generación de inmigrantes judíos de Europa Oriental en la Gran Manzana. Superman, al igual que muchos otros superhéroes de historietas del siglo XX, fue creado por hijos de inmigrantes judíos en Nueva York. Cuando los dibujantes de cómics de los años 30 y 40 pensaban en sus creaciones y en sus héroes se remontaban a su cultura antigua, de ahí que la historia de Supermán guarde numerosos paralelismos con la de Moisés y el éxodo; y lo mismo sucede con los X-Men, que están basados en la idea del antisemitismo: perseguidos allá donde se han querido establecer, los mutantes del profesor Xavier han sido víctimas de la intolerancia y de la sociedad. Y, para más inri, Magneto estuvo encerrado en campos de concentración.

Todos los grandes personajes del cómic como Supermán, Spider-Man, los X-Men, Hulk o el Capitán América fueron creados por autores judíos como Stan Lee, que volvieron los ojos a su propia historia, vivencias y tradiciones para inventar estas aventuras. Y fueron creados entre los años 30 y 40, vinculando la necesidad de los judíos de tener "un héroe que los protegiera" en plena expansión de los fascismos. Y fue entonces cuando hizo aparición el héroe más grande de todos.

EL ÉXODO DEL HÉROE
Superman es el hijo de Lara y Jor-El. Nació en el planeta Kripton con el nombre de Kal-El (vocablo hebreo que significa 'la voz de Dios' y nombre también del hijo de Nicolas Cage). Asemejad la figura de Dios con Jor-El y continuemos leyendo. El planeta entero explotó, símil que años después podría compararse con el holocausto, obligando a sus padres a enviarlo a una nueva tierra prometida para poder sobrevivir: Estados Unidos. Es igual que la historia de Moisés y el pueblo judío: Jochebed puso a su hijo en una cesta y lo mandó Nilo arriba para poder salvarlo y para que este, en un futuro, salvase a su pueblo.

Recién llegado a su nueva tierra y acogido por unos padres cariñosos (Martha y Jonathan Kent), tiene que aprender todo de nuevo. Después irá descubriendo que es diferente, pero él no quería ser diferente. Por eso se esconde detrás de un nuevo nombre: Clark Kent. El héroe judío quiere integrarse y ser parte de esa nueva cultura, así que cuando usa sus poderes para ayudar y hacer el bien, viste su uniforme que tiene los colores de la bandera norteamericana. Refleja sus ansias por un mundo mejor, cuando especialmente Europa estaba plagada por el antisemitismo. 

EL NUEVO SUPERMAN
Posteriormente, las creencias y filosofía de Superman fueron apartándose de la tradición judía, para que el héroe de DC Comics no quedase atado a ninguna religión concreta y para que todo el mundo pudiese abrazar sus valores. Pero eso no quita que podamos poner en evidencia sus raíces y su tradición. En las últimas entregas cinematográficas, sobre todo expresadas en las entregas de Donner y Singer, el héroe queda más vinculado a la tradición cristiana que a la judía, sobre todo por la figura de salvador del siglo XX que la humanidad necesita (Por qué el mundo necesita a Superman, rezaba el artículo escrito por Lois Lane en Superman Returns) y por las palabras expresadas por el propio Jor-El: Aunque te hayas críado como un humano no eres uno de ellos. Pueden llegar a ser un gran pueblo Kal-El, desean ser un gran pueblo. Tan sólo necesitan una luz que les guíe. Por esa razón sobre todo, su capacidad para hacer el bien, yo te envío a ellos, mi único hijo.


Esa estafa y engaño llamado 'Buried'

He salido cabreado del cine, muy cabreado. Y esto me pasa por no informarme bien de lo que voy a ver o por dejarme llevar por la publicidad (en este caso, por otra de las mil campañas de marketing mal orquestadas). La película era Buried, Enterrado, el fenómeno del cine español de este fin de semana. La crítica la presenta como la obra maestra del suspense de este año. El entorno de la crítica 2.0 tan presente hoy día la ha calificado, como mínimo, de acojonante -incluso antes de haberse estrenado-. Pero si se analiza con frialdad la película, nos encontramos con un producto 1. fácil 2. tramposo y 3.engañoso desde el min 0 hasta el min 94 (demasiados, por cierto).

¿Y por qué es fácil? Porque juega con un elemento que ya de por sí es agobiante con solo nombrarlo: la claustrofobia. Es algo inherente al ser humano, a nadie le gusta estar encerrado, ni agobiado y, ni mucho menos, enterrado. Sólo de imaginarnos en esa situación ya hace que nos revolvamos por dentro (al menos un servidor, que padece de ella cuando está en una aglomeración). Por lo tanto, el punto de partida, ya es facilón. Sabes de antemano que Ryan Reynolds estará enterrado vivo. Juega con esa ventaja incluso desde el propio póster. Ponerlo en imágenes (creo) tiene poco mérito. Permitid el símil que voy a hacer que seguramente sea poco acertado o incluso desagradable, pero es como si quisiera revolver las tripas a mis espectadores y el tema de la película es el fisting anal. ¿A que ya revuelve el estómago? Claro. El resto, como diría Guardiola, está chupao. Recuerdo una escena de Ocean's 12 en la que le decían a Matt Damon que le iban a encerrar en una celda 'tan pequeña como para no poder ponerse en pié y tan estrecha como para no poder tumbarse'. Si ya es amargante ese punto de partida, visualizarlo es algo pan comido. Y hacer que el espectador esté en tensión más todavía. Rodrigo Cortés ha jugado desde el principio con el as de picas y con el joker bajo el brazo, así cualquiera.

Es tramposo por el guión. Ya que el espacio donde ejecutar la acción es tan reducido (2x0.5mts, aprox) Rodrigo Cortés, su director, no le queda más remedio que jugar con la historia y con las trampas que contiene, que son demasiadas, incluso parecen sacadas de un episodios de los Simpsons (escúchese -que no ver- la llamada a la abuela cebolleta, un intento de transmitir emoción que roza el ridículo). Otras trampas son incluso crueles, como el episodio de la serpiente, que uno se pregunta de dónde coño sale semejante bicha. ¿Estaba ya allí? ¿Por qué no salió antes?!? Puestos a elegir, hubiese preferido que se peleara con un gato porque tuviese que robarle el cascabel, hubiese sido más gracioso y sincero. El guión, que se basa en una crueldad detrás de otra, termina alargándose demasiado, llegando a un punto en que el espectador demanda un giro con zombies nazis implicados o algo, porque entre las constantes llamadas telefónicas donde nadie contesta termina siendo muy monótono.

Pero si hay algo que verdaderamente me haya molestado es que es engañosa. Engañosa por cómo me la han vendido o por lo que creía que iba a ver (también es culpa mía por no enterarme, lo reconozco). Pero... ¿os habéis fijado en los posters y trailers con la que la venden? Muy de Saul Bass, muy Hitchock, muy de suspense, ¿verdad? ¡¡JAAA!! Eso del suspense algo que únicamente se consigue en los últimos 3 minutos, que son un calco a los últimos minutos de United 93 (en los créditos debería haberse dado las gracias a Paul Greengrass y no lo hace). El resto es completamente monótono. Y engañosa por el propio propósito de la historia. Cuando me vendes el producto como algo misterioso o incluso terrorífico... el hecho de que todo termine siendo una trama en contra de la Guerra de Irak hace que termine de sacarme de mis casillas. Es ahora cuando comprendo por qué ha sido financiada por nuestro Ministerio de Cultura.

¡y un espacio chiquitín para vivir!
Por la parte de producción que siempre intento analizar, no termino de entender dos cosas. La primera es porqué costó 3 millones de dólares. Bueno, la verdad es que sí lo entiendo (Ryan Reynolds y el bolsilluki). Pero lo que no me cabe en la cabeza es que el rodaje tardase 17 días. Comprendo que sea difícil de iluminar, ¡¡nada más!! Porque en maquillaje ni en diseño de producción había que quebrarse la cabeza (caoba, pino o roble, no más donde elegir). No entiendo como esto tardó casi 3 semanas en ser rodado y Última Llamada, la de Colin Farrel, situada en pleno Nueva York -y con ejército de por medio -tardó solamente 10 días. Que alguien me lo explique.

Buried es una película ensalzada por una crítica de Internet que no termino de comprender. La actuación de Reynolds es correcta aunque tampoco es para que lo nominen ni le alaben tanto. Lamento haberme algo de misterio y tensión, si hubiese conocido de qué iba a lo mejor la hubiera visto con otros ojos.

Pero si esto hubiese sido hecho hace 50 años hubiese sido un episodio de televisión de la serie de relatos de Hitchcock y hoy día sería una mera anécdota. Y para episodio de televisión brillante y una historia de hombre enterrado brillante, por favor no os perdáis el episodio de CSI dirigido por Tarantino, donde sí se palpa tensión y emoción de verdad.

We Finally Found... What we were looking for

Mi historia se remonta 12 años atrás, cuando un día vi en Canal+ un episodio de Friends en el que Rachel y Ross se peleaban y terminaban entristecidos. Había un montaje paralelo precioso con sus miradas a través de la ventana, viendo llover, y con una melodía de fondo más preciosa todavía. La canción era 'With or Without You' y el grupo que la interpretaba, por lo visto, se llamaba U2. Desde aquel día comencé a interesarme por aquella banda irlandesa que le había puesto música a aquel momento. Dos años después, en el 2000, aquellos 4 señores sacarían uno de los mejores discos de la historia: All That You Can Leave Behind, una obra maestra con temazos (uno detrás de otro) como Beatiful Day, Stuck In a Moment, Elevation, Walk On y In A Little While. Desde aquellos años ya no pude dejar de escuchar esa banda, con conciertos tan míticos como el Slane Castle, discos buenos como la Bomba Atómica o mierdacas del tamaño del último (aun con canciones salvables, es una porquería, reconozcámoslo). Por primera vez en la historia, U2 pisó ayer tierras andaluzas. Y lo harían para dar el macroconcierto 360º.

Panorámica del Estadio Olímpico y 'The Claw'. ¡Pincha para ampliar!
La banda tenía un gran problema que resolver ayer: y es que, debido a que llevan en escena casi 30 años, musicalmente no iban a sorprender a nadie (esto no sabría decir si es una ventaja o un incoveniente). En cambio, la banda supo aprovechar la otra poderosa baza que tienen: la espectacularidad de su puesta en escena. Desde el PopMart, U2 viene ofreciendo espectáculos a cada cual más burro. Y lo de ayer en Sevilla no tuvo nombre. Con la instalación del escenario llamado The Claw ('La Garra' o 'La Araña'), el mayor escenario del mundo jamás construido, U2 supo sacar toda la espectacularidad que merecían sus canciones. Empezando con una entrada instrumental marchosa, los 4 miembros -más jóvenes que nunca- llegaban al escenario y se ponían cada uno en su sitio. The Edge ya estaba tocando con su guitarra inalámbrica desde hacía 2 minutos. El público no hacía más que aplaudir y silbar, hasta que las primeras notas de 'Beatiful Day' sonaron y todos explotamos de júbilo.

A lo largo de dos horas que se pasaron volando, la banda incluyó sus temas más míticos (One, With or Without You, Sunday Bloody Sunday, Mysterious Ways, Elevation, UltraViolet) con los nuevos del último disco (la marchosa Get On Your Boots, la impresionante Magnificent, la cachondísima I'll Go Crazy If I Don't Go Crazy Tonight y la íntima Moment of Surrender, como cierre). Pero si hubo tres canciones que merecen especial atención fueron las siguientes:
  • Vertigo: Cuando The Edge comenzó a hacer ruido con su guitarra y Larry Mullen Jr marcaba el ritmo, todos los que éramos sabíamos cuáles eran las 4 palabras que venían a continuación. Y cuando las 80.000 voces gritamos al únisono (Bono se calló) el ¡¡1!! ¡¡2!! ¡¡3!! ¡¡¡14!!! parecía que el Estadio se caía. Fue la canción más grande de toda la noche, la más poderosa, la que todos coreábamos al ritmo que imponían las luces de La Garra.
  • I Still Haven't Found What I'm Looking For: No sé si será porque empezó a refrescar o si era por la emoción del momento, pero cuando las mismas 80.000 voces que gritamos con Vértigo comenzamos a corear las ya famosas frases de 'I have climbed the highest mountains, I have run through the fields, Only to be with you, Only to be with you...' se me pusieron los pelos de punta, por primera vez en mi vida. Fue un momento mágico que compartimos todos, fue el momento en el que todos habíamos encontrado aquello que buscábamos.
  • Where The Streets Have No Name: después de haber escuchado tantas veces en mi vida aquellas notas que hizo famosas The Edge (la mitad del alma del grupo, junto a Bono, y quien le ha imprimido su sonido más auténtico), me encontraba no con una versión de la canción, sino con la persona que las creó, la persona que tantas veces las ha tocado y que nadie igualará. En vivo, delante mía. Después de tantos años esperando este momento, después de tantas veces haber oído esta canción... Cuando el público cantaba a gritos 'We're still building and burning down love, Burning down love. And when I go there I go there with you (It's all I can do).' a mí, entre lágrimas, me faltó la voz para poder cantar con ellos.
El U2 360º ha sido el primer concierto de mi vida. Aquellos que me conocen saben que jamás he ido nunca a uno propiamente dicho, con sus guitarras, su batería y su cantante. Jamás. Siempre pensé que ningún grupo me gustaba lo bastante como para pagar por escuchar canciones que no conocía lo suficiente. Pero lo de ayer fue mágico, un concierto que sé que ya jamás podrá ser igualado, y eso me entristece. Porque creo ya -ojalá me equivoque- que ningún otro grupo podrá gustarme tanto como U2 y jamás sentiré lo que sentí ayer, tras una espera de casi 12 años y tras encontrarme cantando, junto a 80.000 personas, las canciones que había cantado durante media vida. 

Fue algo mágico, fue algo Magnificent...