Ayer fue una fecha especial para la Historia de la Televisión de nuestro país: se estrenó la duodécima edición de Gran Hermano, programa que no necesita ni presentación. Desde que se estrenase la I Edición un 23 de Abril del 2000 en Telecinco, nosotros, los españoles, podemos levantar la cabeza y exclamar con orgullo que durante una década hemos tenido una de las parrillas televisivas con más basura y auténtica mierda de la historia del medio.

A lo largo de 10 años hemos asistido, atónitos, a un programa basura detrás de otro, pasando por 12 Gran Hermanos (a cada cuál más esperpéntico y con unos participantes más vagos y sinvergüenzas), a Buses que recorrían España, mansiones encantadas con videntes y estafadores y todo tipo de granjas y selvas con los que llenar el imaginario televisivo. Si no me fallan los cálculos, España cuenta con el Gran Hermano más largo del mundo, y así nos va: llevamos una década promocionando la vagancia, la sinvergonzonería, el no hacer nada y cuyo máximo propósito de la juventud es introducirse bajo el colchón a meterle mano a la concursante/Travesti de turno. Lo que me reiría si en la edición 13 de GH introducen a un concursante con SIDA sin que el resto de participantes lo supiesen, dándole una nueva dimensión al concepto de 'edredoning'.

Lo que más me entristece de toda esta situación es que, habiendo conocido el panorama televisivo y habiendo estudiando cómo funcionan las parrillas, únicamente puedo extraer una conclusión: y es que si ayer se estrenó la edición 12 de GH es porque todavía hay muchísima gente que sigue viéndolo. Los datos que indican que ayer fue seguido por más de 3 millones de personas son para echarse a temblar y para preguntarnos a nosotros mismos cuáles son los valores a los que aspira esta sociedad, cuyo máximo represante cultural y referente político es Belén Esteban. 

10 años de Gran Hermano: de sinvergüenzas, de vagos, de maltratadores, de putas, de gente cuyo único propósito es vivir del cuento tanto dentro de la casa como cuando salga de ella. De hecho, mucho de los "reconocidos" tertulianos de los magacines actuales son los Premios Planeta que salieron de ediciones anteriores del Reality. Educamos a nuestra juventud y sociedad con auténtica basura que pone en crisis los valores y el respeto de la educación (aún recuerdo con tristeza ese programa de generación del sesentaytantos, donde los chavales le chuleaban a los educadores, un referente educativo para nuesta juventud, sin duda alguna). 

Cultura para niños
Tenemos lo que nos merecemos. Por mí, que la gente siga viéndolo otras 12 ediciones más. Y mis más sinceras felicitaciones a Telecinco, has sido la cadena televisiva que más ha hecho por la cultura de este país.