Han tenido que revolverme las tripas para que retomase el blog después de tanto tiempo. Y 'Battleship' (Peter Berg, 2012) lo ha conseguido sin mucho esfuerzo, ha sido como algo que me agitado fuertemente y me decía "¡Antonio, escribe! ¡Cuéntale al mundo lo que supone esta película!". Si me acompañáis durante esta crítica, prometo no extenderme demasiado. Tampoco es que tenga mucho que decir.

En primer lugar he de decir que esta película me produjo sentimientos encontrados. La primera reacción lógica fue decir: ¿En serio? ¿Una película sobre Hundir La Flota? ¿Estáis de coña? La verdad es que no sé de qué me extrañaba, teniendo en cuenta que Ridley Scott lleva años queriendo adaptar Monopoly. Y pensaba: ¿Cómo cojones haces un guión cinematográfico de B2-Agua C3-Tocado C4-Tocado y hundido?!? La respuesta me la dio el primer trailer: EXTRATERRESTRES. Cuando terminé de verlo me dieron ganas de levantarme de la silla y aplaudir a los guionistas, inspirados por 3 gramos de pellote y un par de novelas de H.G. Wells. Genios. El segundo trailer prometía acción a raudales y los famosos pibotitos que ibas pegando a tus barcos de plástico, el toque nostálgico estaba servido.

Los pibotitos
Y llegó el gran día: hoy, el estreno. A lo largo de hora y media el espectador es plenamente consciente que está viendo un mojón de proporciones bíblicas, con un guión sin pies ni cabezas que insulta a la inteligencia. Los guionistas han logrado que Transformers parezca The Wire a su lado. No voy a detenerme en criticar los primeros 90 minutos porque no hay por donde agarrarlos. Hay mucho guiño al juego de mesa: los pibotes que antes comentábamos, un tablero de juego donde lanzan misiles y caen al agua y otros caen al tocado, etc. Pero todo es destrucción por destrucción, la historia más simple puesta al servicio del efecto especial más espectacular (y peor hecho, por cierto). Por no determe a comentar, no voy ni a hablar sobre lo de Rihanna disparando una metralleta. Hoy no.

Pero entonces, en el minuto 91, los guionistas se sacan el as de la manga por excelencia y nos deleitan con una de las mayores sinvergonzonerías de la historia del cine. Pura genialidad, puro arte. No voy a desvelaros qué es, pero solo os diré que está relacionado con el acorazado USS Missouri. En ese preciso instante supe que los 5.50€ que había pagado por la entrada me habían merecido la pena, tan solo por ver todo lo que ocurre tras la aparición del barco. En serio, os diría que fueseis a verla tan solo por ver todo aquello relacionado con el Missouri. Jamás veréis en el cine algo más genial.

Empezó una carrera prometedora con Very Bad Things, pero con esta película Peter Berg termina de confirmarse como un director sin personalidad ninguna y autor de algunas de las peores películas de los últimos 10 años; después de Hancock y esta, la de La Sombra del Reino me niego a verla. La música de Steve Jablonsky autoparodiándose a sí mismo y plagiando (todavía más si cabe) a su maestro Zimmer tampoco ayuda a rematar la función.

P.D. Si os animáis a verla, ¡¡no os levantéis en los créditos!! Veréis ovejas y una sorpresa.