"Rebobinar p'alante". ¿Habéis escuchado esta expresión alguna vez? Es muy andaluza, creo yo, muy sevillana. No sé si en algún otro sitio de España se utilizará, pero el término viene a hacer referencia a una de las mejores sensaciones que puede experimentar el espectador de cine cuando la película está siendo un auténtico coñazo. Me explicaré.

Si acudimos a la etimología del término, comprobaremos que 'rebobinar' hace referencia cuando la bobina (cinematográfica, en este caso) volvía a su sitio, al principio. Pero si acudimos al sentido común y no a las tonterías que estoy diciendo todos sabemos que el término 'rebobinar' es darle hacia atrás a una película, a volver a una escena. Esto todavía tenía mucho más sentido cuando usábamos los VHS, ya que si querías ir a un punto de la película tenías que darle a avance rápido y esperar, no era como en los DVDs que automáticamente accedes. Tenías que esperarte minutos y minutos. Y si estabas viendo Titanic o Ben-Hur tenías que esperarte horas. Incluso recuerdo que había videoclubs que te multaban con 25ptas si no traís las cintas 'rebobinadas'. El término está claro. Se rebobina... siempre para atrás. ¿Pero y hacia delante?!? Algunos lo llamarán avance rápido. Yo prefiero el nombre cutre que le puso mi ciudad.

Esta función de rebobinado p'alante es un auténtico gozo que podemos experimentar en películas soporíferas, películas con las que uno se siente orgulloso de que durando casi dos horas uno ha podido verla en la mitad de tiempo y siente que no ha malgastado su vida inutilmente. Lo ejemplificaré 3 títulos que se me grabaron a fuego en el recuerdo:
  • 2001, Odisea en el Espacio: Un clásico, una obra maestra según los historiadores, un coñazo según muchos. No negaré que el Sr. Kubrick los tuvo puestos a la hora de hacer la película, pero para mí fue toda una experiencia psicodélica ver cómo, en la última media hora de metraje, no había más que luces y colorines. Y cuando llevaba 2minutos viendo lo mismo decidí pulsar la tecla fatal del mando a distancia. La película terminó en 47 segundos.
  • Caché: Todavía no entiendo cómo pudo haber ganado todos los premiso que ganó ni cómo amigas mías pudieron defenderla en el Festival de mi ciudad (que se llevó un peazo premio, por cierto). Todavía recuerdo mi cara de aburrimiento/indignación viendo esos planos grabados con cámara de vídeo esperando a que pasase... algo. ¡Algo! No la hubiera metido en el saco si estos planos que pretendían transmitir inquietud (que no lo hicieron) hubiesen durado un minuto o dos como muchos. Pero cuando son siete... Hakeke, hijo mío, tengo películas mejores con las que perder el tiempo.
  • Gerry: La obra maestra del coñacismo. El Sr. Gus Vas Sant se lució. Recuerdo perfectamente que me 'obligaron' a ver esta película para una asignatura. Dura 103 minutos y recuerdo haberla visto en menos de 20. Qué orgulloso estoy. No son más que paisajes desérticos y planos generales donde no habla absolutamente nadie ni ocurre absolutamente nada. La película tiene exactamente 100 planos, así que os saldrá una media de plano por minuto, para que os hagáis una idea. Si en algún momento veía que las bocas de Matt Damon y Casey Affleck se movían entonces le daba al pausa y escuchaba la tontería que tuvieran que decían. Luego pulsaba "> >", toda una gozada.
Comprended que, para mí, lo más importante en el cine y en una historia es que pasen cosas. Que haya acción (no en el sentido de tiros y peleas, sino que haya acontecimientos que hagan avanzar la historia). Y, sinceramente, ninguno de estos 3 títulos puede abanderar esto que he dicho.

Pero no os preocupéis queridos lectores: a la espera de recibir más palos todavía de los que pueda recibir hoy, dentro de poco me adentraré en un nuevo post que titularé 'mis películas de 15 minutos'. Películas que no he llegado a ver más del minuto 16...