Hoy vamos a cambiar radicalmente la temática del blog y no vamos a hablar ni de cine, ni de internet ni de los nuevos inventos de Apple. Vamos a hablar de Dios. No en el sentido de las religiones ni a criticar qué religión es mejor ni cuál peor. Me desayuno la noticia que dice que Stephen Hawkings descarta a Dios como creador del universo. El científico británico sostiene que el Big Bang fue una consecuencia inevitable de las leyes de la física sin ninguna intervención de un ente sobrenatural.

Hoy vamos a hablar de leyes de la vida. La primera ley que quiero postular como irrebatible es que yo ni tengo los conocimientos de física que posee el señor Hawkings ni jamás los tendré. Para bien o para mal, mi juventud y mi vida estudiantil tomó otros derroteros. Pero habría una segunda ley de vida que me gustaría postular como irrebatible, luego ya me diréis si tengo razón o no: De la nada no se puede crear nada. ¿Estamos de acuerdo? Creo que es muy sencillo. Pongamos el ejemplo (un poco tosco, lo sé) que estoy tomándome un café con vosotros y, de repente, os quiero dar en ese mismísimo momento una videoconsola. No podría porque, sencillamente, no la tengo y no la puedo crear así por las buenas. Y de la nada, al menos eso tengo entendido (su término lo dice 'NADA'), no se puede crear nada. Porque lo que hay es cero.

Entonces retraigámonos en la historia y en la teoría del Big Bang. Nosotros estamos aquí como evolución de las especies: procedemos del simio (aunque algunos se han quedado ahí), los simios de organismos celulares más simples, estos todavía de otros más simples... hasta llegar a la formación del planeta tierra y la teoría aceptada que todo proviene del Big Bang, aquella explosión inmensa. Pero entonces yo me pregunto: imagino que lo anterior al Big Bang tuvo que ser una pelota enorme que en algún momento explotase o algo por el estilo. La cuestión es que si nuestro planeta proviene de aquella masa que explosionó hace tanto... ¿Quién o qué creó esa masa? ¿De donde salió?

Es aquí donde entra mi ignorancia, mi desconocimiento y -para qué engañarnos- mi desinterés. Yo soy un cabezota y sigo pensando eso de que 'de la nada no puede salir absolutamente nada'. Seguramente esté equivocado, no lo niego, pero... ¿De dónde salió esa bola que explotó? ¡De algún lado tuvo que salir! Yo no me creo que en la nada y en el espacio cero pueda haber leyes de física ni que encima salga tanta vida. ¿no? Es como pretender que de un espacio absolutamente vacío se cree materia. La vida vino de la evolución, nuestro planeta de la explosión de materia, pero... ¿de dónde salió esa materia? Repito, de dónde. O de quién. Porque de algún lado tuvo que salir.

Nosotros, como seres humanos, rápidamente negamos la existencia de todo lo divino (po ya sabéis) y es hasta algo lógico viendo las injusticias y la asquerosidad de mundo y de vida que a todos los seres nos ha tocado vivir. Al hablar sobre la vida y la creación del universo ni soy el más indicado ni el más sabio, no quiero soltar la respuesta fácil de 'pues alguien tuvo que crearlo'. Pero creo que es más sencillo todavía (y vende y mola más) eliminar rápidamente a Dios de la ecuación.