Voy a ir al grano con la crítica. No voy a hacer una introducción de la película puesto que muchos que me leéis sois de Sevilla. Y como el equipo técnico se tiró aquí rodando casi un mes sabéis bastante bien de qué va la cosa. Varias son las virtudes que presenta la última película de Tom Cruise y Cameron Díaz y, por supuesto, varios son los defectos.

Si hay dos cosas que no se le pueden tachar a la película es que, por una parte, es entretenidísima y, por otra, la química entre Cruise y Diaz es grandísima: hay habían trabajado juntos en Vanilla Sky (el remake de Abre Los Ojos) y parece que quisieron repetir la experiencia. El resultado que ahora nos dan es una perfecta conjunción de ambos personajes, tan diferentes entre sí, pero tan divertidos. Cruise vuelve a demostrar que, cuando quiere (o sea, siempre) es un actorazo y consigue que nos lo pasemos bomba durante la hora y tres cuartos que dura la cinta. Se come a la pantalla cada vez que aparece y sabemos que, antes que haga nada, la va a liar parda. Lástima que su mala fama todavía le arrastre. Por su parte, Cameron Díaz vuelve a estar guapísima. Digo lo de 'vuelve' porque la muyaya tiene ya casi 40 tacos y es algo que las arrugas de la cara no pueden ocultar, aunque se nota que ha intentado volver a ser la que un día fue (sin éxito, claro, no hay más que verle los morros).

En cambio, los defectos empañan el conjunto de la película, que se podría haber quedado como una divertidísima película de espías y de aventuras, pero no lo hace. Si hay 4 cosas que se le pueden (y deben) achacarle a la película son:
  1. Cameron Díaz: Al igual que hemos dicho que está guapísima y simpatiquísima, no hace otra cosa que entorpecer la acción con sus grititos y sus nervios en secuencias y situaciones que podrían haberse desarrollado con un humor más inteligente. En cambio, lo único por lo que optó tanto director como ella fue que gritase como una histérica para hacer reír al público. Eso sí, reconozco que cuando le dan el suero de la verdad y se cruza con Cruise es impagable.
  2. El guión: como se trata de una película de espías, la trama debe pegar algún que otro giro y ofrecer alguna que otra sorpresa al espectador. Que aquel que dice ser no lo sea. Y a lo mejor es que yo me estoy volviendo ya un poco viejo o un poco gilipollas, pero os juro que no entendí la trama al final de quién era el bueno, quién era el malo, ni cuáles eran los propósitos malignos/benignos de cada uno. El guión comienza muy sencillo pero al querer hacerlo más complicado a los espectadores nos hacen la picha un lío. Sobre todo con la aparición de cierto personaje.
  3. La resolución: los últimos 20 minutos son un despropósito, no saben cómo terminarla y se lanzan a la aventura, a ver qué pasa. Y el truco final de la pila me parece una de las excusas más baratas, chusqueras y chapuceras que he visto en el cine en muchísimos años. Cuando veáis qué pasa con la pila podéis exigir al taquillero que os devuelva el precio de la entrda.
  4. SEVILLA: Sí, señores, lo de mi ciudad es lo peor que se puede ver en la película. Quizás yo fui con muchas expectativas, quizás yo fui muy ilusionado. Pero lo que no se merece es que, después de haber estado en la capital hispalense rodando durante casi un mes, finalmente lo que se me ofrezca en pantalla sea eso. 3 minutos de acción (que, reconociéndolo, tampoco es la mejor acción que se ha visto en la pantalla, de hecho es mediocre). 3 minutos nada más, 3 minutos que, poniéndonos la mano en el corazón y habiendo estudiado producción, sabemos que eso no se tarda más de 5 días en rodar. Y si eres Michael Bay tardas 3. 3 minutos de despropósitos acumulados, volviendo a los mismos errores que cometieron en M:I 2. En estos casos no le prendemos fuego a los santos, vale, pero lo de mezclar Sevilla con los Sanfermines tiene muchoh cohone. No voy a entrar en detalles, vuelve a ser de risa: Estampidas por la calle Mateos Gago, toros furiosos que pegan bocaos (no es coña, hasta los mansos muerden), toros que corneando vuelcan coches... peor que la estampida de dinosaurios en King Kong, en serio.

Supongo que es lo que más me ha decepcionado: como Sevillano que soy, quería ver mi ciudad en pantalla grande y en formato panorámico. Y encima con Tom Cruise, toma ya. Pero uno que se sabe los trucos del cine y de la producción no me vale que me digas que has estado rodando 3 semanas para después ofrecerme eso nada más. Por muy pequeñas que sean las calles del centro, si lo tienes todo muy bien planificado no se tarda más de dos días en rodar. En la Casa Pilatos tampoco tardas más de un día. Y lo de Cádiz con los toros todavía es que no lo entiendo, ya que al final los toros que aparecen ¡¡están hechos por ordenador!!. También recuerdo que el casting pedía 2.000 extras. No sé dónde los meterían.

Resumiendo: si obviamos los despropósitos de Sevilla y los trucos chapuceros (tanto de guión como de realización) nos podemos quedar con una divertida película de aventuras. Aunque, tristemente, no tiene absolutamente nada por lo que merezca ser recordada...

P.D. Lo mejor es que vi la película en una sala que sonaba mal y, al salir, le puse al cine una hora de reclamaciones. Conseguí 3 entradas gratis que usaré para ver Toy Story 3. Algo bueno tenía que tener... ^^