Naciones Unidas nos pide que salvemos el mundo. ¿Alguien contesta que no?

Bajo esta frase se esconde toda una filosofía. Si en ese momento, tú como espectador y cinéfilo le dices que 'NO' a Bruce Willis y a Michael Bay en su idea de salvar el mundo entonces la película no te gustará para nada. Es más, la odiarás y crucificarás a su director como uno de los peores de la historia. En cambio, si echas la vista atrás y te das cuenta que la película tiene 12 años y le das otra oportunidad... sin duda pasarás uno de los ratos más entretenidos y apasionantes que el cine de aventuras puede darte.

Sí, señores, porque 'Armageddon' es una película de aventuras en toda regla. Tenemos a un malo malísimo con un plan más malo si cabe todavía: se trata de un Asteroide del tamaño de Texas que pretende destruir el mundo tal y como lo conocemos. Por la otra parte tenemos a un héroe (Bruce Willis), que se embarcará en un viaje sin igual con toda clase de pruebas: aquellos que vienen a sacar al héroe de su entorno (una estación petrolífera), la búsqueda de los ayudantes (toda la tropa), el descenso a los infiernos (el asteroide)... y toda clase de pruebas y obstáculos que bien disfrutaría con ellos Joseph Cambell. No sé por qué todo este rollo del viaje del héroe lo estudié con Tigre y Dragón y Eyes Wide Shut, pudiendo haberlo hecho con este peliculón.



Como hemos dicho, la película que hoy nos ocupa el post tiene ya 12 años. 12 años en los que el cine comercial ha evolucionado y degenerado hasta los límites más insospechados. Pero esta producción aun se encuadra en los años 90, en una época divertidísima de catástrofes espaciales (Godzilla, Men In Black) y piques entre los estudios (Volcano Vs. Dante's Peak, Armageddon Vs. Deep Impact, a ver quién es el que saca antes la peli y se lleva a los espectadores!!!!). Sorprende que, cuando la volvemos a ver, leemos Written by J.J. Abrams, un tío más listo que el hambre, quien se adentra en este género aventurero de acción y hace un guión casi-perfecto. No me voy a adentrar en las ideologías que implica la visión política de la cinta, que si americanada o no. Para estos casos yo siempre parafraseo a Homer Simpson: "Si no te gusta, vete a Rusia". Como guión de aventuras no tiene ni una fisura. Es puro disfrute.

Y ahora, como representante legal del Sr. Bay en la FCOM, me dispongo a defenderlo con uñas y dientes: Michael Bay es un autor con todas las de la ley. Ya en Dos Policías Rebeldes apuntaba maneras y con La Roca nos dio la que puede ser una de las mejores películas de acción de todos los tiempos. Pero con la realización de Armageddon ya se consolidó como lo que es: un autor inconfundible, donde ves un solo plano y ya sabes que es de él. (Venga, que ahora los del chiste fácil me digan: claro, un plano con una bandera americana) (lo dicho: a Rusia!!).

No miento cuando digo que mi visión no es para nada objetiva. Lo reconozco. Pero muchos critican a Bay porque simplemente hace cine palomitero/videoclipero/americanero/llamadlo como queráis. En mi facultad se estudia Historia del Cine, se estudia a los grandes autores. Y luego, en 5º de carrera, viene filmología, no digo más. Pero lo que sí digo es que, si se estudiase más producción y se tuviese más en cuenta lo que implica esta rama del audiovisual, se vería a Bay con otros ojos. Por lo que consigue. Por lo que hace y por lo que rueda (y cómo lo rueda). Porque en las dos horas y media que dura la película el ritmo no decae en ningún momento, porque estás atrapado en el asiento, porque cada vez que vuelves a ver la película lloras con la escena de Liv Tyler despidiéndose por webcam, porque Bruce Willis es el tío con los cojones más puestos del planeta. Y, sobre todo, porque visualmente es increíble, así de claro. Repito por enésima vez: Armageddon es una película que tiene ya doce años y que como hemos 'aprendido' que Michael Bay no es 'buen director' pues es una de las películas que nadie le interesa volver a ver. Pero en un revisionado se descubre que cada plano es una obra de arte, que la cámara no deja de moverse y las composiciones que hace son puramente espectaculares, como su cine. Te puede gustar más o gustar menos, simpatizar con sus películas o no. Pero en lo que hace es único (y no conozco otro director que pueda hacerlo).

Resumiendo (con vistas a los miles de palos que voy a llevarme en los comentarios): una de las películas más divertidas y visualmente más potentes que podemos re-descubrir. Algún día escribiré otro post argumentando que Pearl Harbor, exceptuando su vomitivo guión, es visualmente una de las mejores películas de la historia, así de claro.