Galicia, el País de Tim Burton


Las comparaciones son odiosas. Pero también son inevitables. Últimamente no puedo desligar una experiencia de la anterior. Me pasó la semana pasada cuando fui a ver Mamma Mia!, que me era imposible no compararla con la película, donde por un lado teníamos a Nina y, por otro, a una actriz con 3 Oscars y 16 nominaciones (imaginaos quién acabó mejor parada). La cuestión es que, mientras veía la nueva película de Tim Burton (cineasta genial, eterno adolescente, joven atormentado) me era imposible no compararla con otro cineasta genial, uno que se cree el rey del mundo (y con razón). Y si el comparar no es justo diré que no hay comparación.

Supongo que el principal motivo de compararlas fue por el uso de la tecnología, pues ambas han ido anunciando a bombo y platillo que el plato fuerte era el 3D. En el resto de apartados la verdad es que no tienen muchas cosas en común. Por cierto, si a estas alturas hay algún lector despistao que no se haya dado cuenta que la batalla que aquí libraremos será entre Avatar y Alicia en el País de las Maravillas que lo sepa ya. La dicotomía Burton Vs. Cameron quisiera despacharla rápida, para luego irme directamente a darle palos al primero.

La principal diferencia es que, mientras AVATAR conseguía que a los 5 minutos nos olvidásemos del ordenador y nos metiésemos en la historia que muchos se han puesto medallitas por criticarla, en ALICIA pasó justamente lo contrario: ves el ordenador por todos lados, te saca constantemente de la experiencia, el píxel se nota en cada una de las plantas, en cada personaje, en cada enano y en cada plano. Uno no termina de entrar en el submundo ni aun bebiéndose los frascos, porque los entornos virtuales no están bien hechos, por mucho atrezao que esté. Por cierto, hago un paréntesis para lanzar una pregunta al aire: ¿con qué derecho se ha criticado siempre a George "juguetitos" Lucas y con qué derecho se va a dejar, hoy, impune a Tim Burton por pecar absolutamente de lo mismo? Porque él es GENIAL.


Y el 3D en esta nueva cinta no dice absolutamente nada. De hecho me molestó que las escenas más espectaculares, estereoscópicamente hablando, fueron las del mundo real, rodadas a plena luz del día, donde podemos disfrutar de una gran profundidad en los planos. No me vale que cuando Alicia cae por el pozo se lancen un par de libros, un reloj y un piano a la cara, tiene que ayudarme a entrar en lo que se está contando, a disfrutar de los planos y de la historia. Pero, insisto, el ordenador no ayuda. Por el resto, ahorraos los 4€ de diferencia entre una entrada y otra.

Como última puntilla comparativa diría que en la película también puede apreciarse la influencia de otro realizador, y no es ni más ni menos que Peter Jackson en la ya típica batallita final de 50 moñecos contra 50 moñecos, batalla que tampoco dice absolutamente nada porque ya hemos visto tantas (torres, reyes, narnias, brújulas) que uno sabe de antemano cuál será el destino del chupachotas (no era así cómo se llamaba, ¿verdad?). Por favor, que se olvide de un realizador y aprenda de otro.

Por el resto, pocas cosas a favor de Tim Burton se me ocurren decir. La verdad es que ninguna. Me ha regalado una película fría y mal realizada. Digo lo de fría porque, si uno repasa su filmografía (a excepción de El Planeta de Los Simios, aunque si nos ponemos la mano en el corazón hay que reconocer que es su película más rompedora y genial que ha hecho en los últimos 15 años) Burton es un director que nos regala belleza, emociones y, muchas veces, lágrimas (envueltas en trampa y pretenciosidad, pero eso es un tema que prefiero no tocar). En Alicia no hay ninguna escena que pueda llegar al corazón del espectador por sí sola, por la belleza, por lo que diga un personaje. Ninguna.

Johnny Deep está soso. En su enésima colaboración, que ya aburre, uno se esperaba a un sombrero desfasaísimo, a un Jack Sparrow elevado a la enésima potencia. ¿Y por qué? Porque sí, porque Deep se ha construido un personaje histriónico él mismo y ya es lo que queremos ver. En cambio aquí parece que los soldados de la Reina Roja le han dado un Tranquimazín. Por cierto, aviso a aquellos que aun no la hayan visto: Johnny Deep no tiene a su doblador habitual, sino que el que le regala la voz es Iván Muelas, el doblador de Will Smith en El Príncipe de Bel Air. Que sí, que es una apuesta diferente (en verdad es porque Disney está cabreada con la escuela de doblaje de Barcelona) y Luis Posada no va a estar doblándole toda la vida y este no le queda mal del todo... pero joder, es que cada vez que el sombrerero abría la boca me imaginaba a Fry de Futurama.

Debo reconocer que no me he leído los libros originales, así que no sé cuán alejado o no estará del cuento. Tampoco recuerdo nada de la película de Disney original, puesto que la vi con 6 años y no me gustó, pero se nota quién es la que suelta la pasta y a quién hay que hacerle el homenaje. Si tú, querido lector, nunca te ha gustado el cuento de Alicia creo que la película no te gustará. Aparte, la historia me parece soberanamente larga (y a ratos aburrida) para llegar a la moraleja. ¡NO! Venga!! Vamos a comentar durante un par de líneas la historia y ya me largo, lo prometo!

No me la creo, lo siento. Se supone que la moraleja que debemos sacar es que nadie ha de decirnos lo que hay que hacer, que nos debemos valer por nosotros mismos. Hora y media para que, además, no lo deduzcamos nosotros, sino que la propia Mia Wachowski (¿o era Lebowski?) lo escupa por la boca y se quede tan pancha. Por muy guapa que sea su interpretación no ayuda en absoluto, porque durante toda la cinta va andando con cara de asombro (alaaa ¿y esto luego lo ponéis por ordenador? qué chupi) y no muestra conflicto ninguno, además que es una contradicción en si misma: ella dirá que su personaje es fuerte y que nadie le ha de decir si es Alicia o no, pero en cuanto le piden que se ponga una armadura no tarda ni 2 escenas en hacerlo, si le dicen "bebe" ella bebe, si le dicen "cómeme" ella se lo come sin rechistar y si se tiene que meter en una taza ella ni lo duda, vamos. Tú dirás lo que quieras, pero te he visto hacer lo contrario.

En fin, me callo ya que lo amantes del cuento y de Burton me deben estar odiando un poquitín. Me voy con la ilusión de que la próxima película que vea sí que tenga el 3D trabajado y que, tras 5 años de ausencia, Danny Elfman me regale una banda sonora digna (porque esta vez tampoco lo has hecho Danny Elfman, siempre con la mihma mierda).

EL PORQUÉ DE LAS COSAS: Los Remakes

Hoy abrimos sección nueva en el blog: "EL PORQUÉ DE LAS COSAS", curiosidades y explicaciones lo más sencillas posibles a grandes dilemas de la humanidad (o míos).

A raíz que hace dos días estuve hablando sobre el remake de Furia de Titanes, me vino a la cabeza la curiosidad que siempre suelo contar de por qué Hollywood no para de cagar remakes, uno detrás de otro: Titanes, Alicias, Freddys, Trekkies, Kongs, Nieblas y así podría alargar la lista hasta el infinito.

Es cierto que la fábrica de sueños está falta y pobre de ideas, eso es innegable. Y que en los remakes este imperio tiene una fuente inagotable. Pero el problema no radica sólo en las ideas, sino en los calenturientos bolsillos de los productores, principalmente.

Seguramente quien me lea sea un/a chico/a joven, de mediana edad, clase media, con poder adquisitivo y, sobre todo, mucho tiempo de ocio. De hecho imaginaos el tiempo libre que tienen que me estáis leyendo. (Gracias). Pero lo que la gente no sabe, o al menos no es un dato común (pero si constatable), es que una persona va al cine de media 1.5 veces al año. Quizás a nosotros nos extrañe porque vamos con mucha frecuencia, seguramente este mes hayamos ido una o dos veces, pero pensad en cualquier persona que no viva en la ciudad, que sea ya mayor, que tenga hijos, que tenga responsabilidades, que llegue cansado a la casa de la que aun debe 25 años de hipoteca...

Los jóvenes es un público fijo, se traga la basura que le echen porque es parte de su plan del fin de semana: ir al cine, después a cenar y, para terminar, ir al McDonalds con el copiloto. La cuestión es que los jóvenes es un público que está asegurado. El problema es el resto. ¿Y hacia quién se dirigien las productoras? Hacia la franja de edad media, de entre 30-45 años. ¿Y cómo consiguen su atención? Pues devolviendo a la gran pantalla aquellos ídolos e iconos con los que crecieron en su juventud. Los que hoy tienen 40 años fueron los primeros en bailar con Fama (que la vimos en Enero) o en ver a Robocop (que la re-hará en breve Darren Aronofski, quizás con un Robocop del futuro y otro del pasado, que coma árboles).

Además, si os fijáis, entre la original y el remake casi siempre distan 25 años, porque es el salto generacional que le interesa a Hollywood. Fijaos que la primera de Freddy es del 84 y nos caerá en Agosto, fijaos que Furia de Titanes fue del 81 y nos cayó el viernes pasado. Fijaos cómo los próximos que nos vendrán serán Cazafantasmas 3 (del 84) y Predators (del 87). Hollywood sólo tiene 1.5 oportunidades al año para conseguir el dinero de ese espectador hasta las cejas de agobios e hipotecas, no hace falta ya que os diga cómo (desde luego no con Polanski).

Y bueno, poco más que decir de este tema. Que no miréis a Hollywood con esos ojos tan rabiosos, comprended que si fueseis empresarios haríais lo mismo!! (XD). Yo estoy deseando que hagan la versión en cine de Chicho Terremoto, mi gran ídolo de la infancia (Los Transformers ya cayeron y estoy deseando como el enano de 7 años que siempre llevaré encima a que caiga la 3ª).

El próximo PORQUÉ será "Por qué se creo Hollywood", que será escrito en breve y seguro que no os lo sabeis. Buenas noches a todos.

Furia de Remakes

Este viernes pasado se estrenó entre nosotros Furia de Titanes, el nuevo remake de aquella película con el mismo nombre, ambas con sus virtudes y sus defectos. Advierto a aquel lector que se aventure a leerla, cual Perseo en el Inframundo en busca de la cabeza de Medusa, que está plagada de spoilers (término que pronto será añadido al Diccionario de la RAE, al paso que vamos). Curiosamente, la antigua, fue la primera película que vi en esta década (el 1 de Enero del 2010), y me es imposible separar el remake de la original, así que me veo en la obligación de destripar y desmembrar ambas películas. Aunque esto no debería ser sorpresa para aquel que conozca algo del mito de Perseo, por lo que os invito a continuar leyendo.

Como he dicho anteriormente, ambas películas tienen sus virtudes y sus defectos. Ambas, creo que están al mismo nivel. Pero si algo me ha animado a escribir esta crítica es que he presenciado un enorme vapuleo hacia la cinta nueva por parte de amigos míos en Facebook, cuando creo que no se merece la categoría de "santa mierda" a la que la hen puesto.

Quizás cometí el error de haber visto la original e ir con las expectativas bastante altas, pero el haberla visto me ha hecho imposible separar ambas entregas. De la cinta antigua, realizada hace ya 29 años (aunque viendo los efectos de Harryhausen parece más antigua) tiene las siguientes VIRTUDES: que es entretenidísima, que el guión está plagado de pruebas y paisajes a los que se tiene que enfrentar el héroe clásico (un guión de manual sobre el viaje del héroe de Campbell) y que tiene su encanto, por supuesto, con esos efectos mecánicos de stop-motion. Pero tiene dos grandes DEFECTOS: 1º es una película que envejece muy rápido, de hecho ya se ha quedado antigua. No miento cuando os digo que la vi un 1 de Enero, pero he de confesar que terminé de verla el día 2, porque fui incapaz de verla de un tirón. Es una película que si se la pones a día de hoy a un niño de 9 años se aburre como una oveja. 2º Perseo, como héroe, es una mierda pinchá en un palo, directamente. La interpretación de Harry Hamlin es vergonzosa, simplemente es un niño guapo que va recibiendo regalos de los dioses y pone esa carita tan preciosa delante de plano. El héroe está muy mal dibujado, y el actor no hace mucho por arreglarlo. No se merecía tener delante a Laurence Olivier.


Con las expectativas de que estos fallos se arreglasen me aventuré el domingo pasado a ver la nueva, que también tiene sus virtudes y defectos. Empezaré con los DEFECTOS: principalmente los cambios de guión, no porque el guión sea malo, al igual que la antigua es un guión de manual, de héroe que para lograr sus objetivos tiene que superar numerosas pruebas, con numerosos ayudantes. Pero si hay algo que no me gustó para nada son los motivos que le mueven, en la antigua el deseo de Perseo era más noble, le movía su amor por la princesa Andrómeda, su objetivo era salvarla del Kraken. En cambio en esta nueva entrega Andrómeda no es más que una excusa, ya que lo que realmente mueve a Perseo es la "venganza" y el "demostrar" al mundo que no es un Dios. Es decir, prefiero los motivos de la antigua eran más nobles que los nuevos. VIRTUDES: Vuelve a ser entretenidísima, algo difícil hoy en día. El ritmo de la cinta va creciendo a medida que pasa la película y los últimos 30 minutos no dan respiro al espectador. Es una película de aventuras en toda regla, con sus pruebas y fases.

Da justamente lo que espera. Algunos la critican porque se esperaban otra cosa, pero sería como quejarse de que Prince of Persia no nos da algo más de lo que justamente se esperaba. Hay quienes tienen "endiosada" a la película antigua y que dicen que bastante daño le ha hecho al cine los Grandes Relatos de Telecinco para que lo mismo vuelva a perpetrarse en la antigua, según ellos. Yo digo que, sabiendo de dónde viene, Hollywood y sus adaptaciones, es algo normal. Véase la propia peli antigua, el Kraken proviene de la mitología escandinava, y no de la griega. Ya estaban atentando contra la mitología hace 30 años (y no es la única oye). Pero ¡y lo bien que queda! Yo creo que es una buena adaptación para que gente que no ha visto un griego en su vida conozca un poco de su cultura y se interese por ella.

La nueva película es una cinta que se ajusta perfectamente a los tiempos que vivimos, con nuevos espectadores acostumbrados a la rapidez del corte de plano y del videojuego. Por otra parte alabo la realización de Louis Leterrier, aunque se le vaya la mano en las escenas de acción (como todos los directores actuales) hay que alabar su labor de dirección por haber hecho que luzcan así de bien los 80 millones de dólares de presupuesto, algo también sumamente difícil hoy en día (No es tan fácil, la última peli de Meryl Streep y Alec Baldwin costó 75 y está rodada en una casa). Desde que estudio producción este tipo de cosas las aprecio más (al igual que aprecio que Michael Bay rodase todo lo que rodó con 130 millones, todo en exteriores y visitando 5 países diferentes, pero eso es algo que habría que discutir otro día).

Y como última cosa a resaltar habría que destacar los dos impresionantes dioses que tiene: cn Liam Nesson haciendo de Zeus que, aun llevando barba postiza, impone como nadie cada vez que sale en pantalla y un Ralph Fiennes pasándoselo bomba haciendo de malo y acojonando con su mirada cada vez que sale ese fantasma suyo. Sam Worthington cumple a la perfección su papel, con un Perseo que se debate contínuamente en su condición de semidios pero prefiriendo ser un hombre (algo más honrado que Hamlin, quien simplemente se le dice que es hijo de Dios, y acepta su condición, demostrando lo mucho que mola y salvando damiselas y ciudades). Como he dicho, Sam Worthington es un Perseo fuerte (hay algunos que lo comparan con Orlando Bloom y sus actuaciones, aunque yo siempre le defenderé también porque opino que su Légolas es per-fec-to y que en Troya está sublime).


Intuyo que con esta crítica no habré levantado muchas admiraciones, aun así invito a aquellos que me hayan leído y que me escribieron por las redes sociales a que se unan al debate, a que me den RAZONES para llamarla "mierda" (lo siento nenes, esta era la puntilla que os guardaba a los 3) y entre todos, pacíficamente oye, debatamos si esta película merece ser llevada al Olimpo o al Inframundo.