Quienes me conocen sabrán que soy un hombre de tradiciones cinéfilas: de verme todas las películas de Shyamalan el día del estreno con mi amigo Víctor, de ver un bodrio los Sábados Santos... y ahora una nueva, ya consensuada: verme en el cine los BODRIOS históricos de Ridley Scott.

Si hay algo que me llama la atención es que no comprendo cómo es posible que la crítica la esté tratando tan bien, cuando Ridley Scott nos da numerosas razones para no volver a verle jamás. Bueno, al menos con las películas históricas, porque debo reconocer que American Gangster y Red de Mentiras son entretenidísimas, pero miedo pánico y todos los adjetivos terroríficos son los que me entran cuando pienso qué se plantea hacer al rodar la nueva entrega de Alien.

Sí, porque cuando vemos Robin Hood ya no nos encontramos al señor que nos dio una de las mejores películas de ciencia ficción y de las más terroríficas jamás hechas (Alien) u otra obra maestra (Blade Runner). Nos encontramos con un chiste de Ridley Scott. Ya no es Scott al cuadrado, es Scott al cubo. Hay críticos que dicen que las batallas son realistas y épicas. Yo pienso directamente que están mal rodadas, así de claro. Cuando hizo Gladiator le cogió el gusto a eso de rodar con la velocidad de obturación altísima, para que se viera la tierra salpicando. Pero lo de esta película y las batallas no tiene nombre. No me vale que me diga que hay escenas que las rodó con 11 cámaras a la vez. No se ve nada, es como si alguien te frotase una persiana delante de tus narices: no ves nada. Aunque para lo que hay que ver...

Otra de las cosas que me ha sorprendido es que yo criticaba mucho a Tarantino porque pensaba que él no plagiaba, que Tarantino homenajeaba. Pues bien, Tarantino y sus Bills se quedan cortos con el despropósito que nos ha hecho el Scott, con los siguientes homenajes/plagios/referencias:
  • Espartaco: el más descarado. Scott ha querido alejarse de esa visión aventurera del Robin Hood de Coster a lo Bon Jovi o del de Flynn ajustado con pantalones verdes. Y para ello ha querido dotar a la historia de un tono más adulto, más... político, como esas grandes obras que hizo Kubrick hace 50 años. Pero claro. Scott no es Kubrick. ¿Resultado? Un churro en toda regla. Y hablando de historia, ver a personajes del siglo XII hablando de libertades y derechos para el pueblo es uno de los chistes más descojonantes que pueden verse en la cinta, el cuál hará que muchos Licenciados en Historia salgan del cine para ponerle una hoja de reclamaciones al dueño y exigirle que se les devuelva el dinero por llamarles estúpidos.
  • Batman Begins, Iron Man, Hulk y mil superhéroes más: contémosle al público el nacimiento de un mito desde una perspectiva adulta.
  • El Señor de los Anillos 1: atentos a esos planos de helicópteros acompañados de grandes bandas sonoras.
  • Salvar al Soldado Ryan: atentos a ese asalto a la playa
  • El Señor de los Anilos 2: atentos a ese asalto al castillo
  • El Señor de los Anillos 3: en la batalla final yo ya no sabía si me iba a encontrar a Gandalf o que viniesen las águilas y salvasen a todos los ingleses, me hubiese encantado.
  • Señales: En una de las colinas los extraterrestres dibujaron el Caballo Blanco de Santiago, no es coña.
  • Barry Lyndon: no quedándose agusto con destrozar el recuerdo de Espartaco, también quiso mancillar el de Barry Lyndon tomándole "prestada" la banda sonora.
  • El Señor de los Anillos 3 (again): atentos a Cate Blanchett irrumpiendo en esa batalla mil veces vista cual Eowyn dispuesta a matar al Nazgul.
  • La Matanza de Texas: el abuelo de Cara de Cuero vivía en el Bosque de Sherwood, por si no lo sabíais.
  • Posesión Infernal y Terroríficamente Muertos: lo de la cámara "enflechada" es un invento con el que Raimi ya nos sacó las carcajadas hace 28 años.
  • El Orfanato: los sobrinos del abuelo de Cara de Cuero también vivían en el Bosque de Sherwood.
  • Los Ponis de la Feria: sí, ya sé que no es una película, pero verme a los sobrinos de Cara de Cuero en la batalla final montados en ponis (con los pobres caballitos arrastrando la polla del cansancio) y peleando por sus derechos es impagable.
  • 300: La sombra de Zack Snyder y sus títulos de crédito es muuuuuuyyyy alargada.
Y dejando ya a un lado este ejercicio de metatextualidad con los numerosos homenajes, poco más podemos decir bueno de la película. Se nota demasiado que Rusell Crowe pone la pasta, porque su interpretación cae en la mediocridad, aderezada por su desgana (además sólo lanza tres flechas en toda la película, menos mal que tiene puntería). Cate Blanchett, aunque está simpática, es imposible de creérsela en el rol de una mujer fuerte y contestona en aquella época. A Max Von Sydow deberían prohibirle seguir actuando. Mark Strong, aunque siempre brillante, está desaprovechado. El único que medianamente se divierte es Oscar Isaac, haciendo de Juan Sin Tierra, aunque su papel se parece mucho al de Cómodo.

Como conclusión, recomiendo Robin Hood a todos aquellos amantes del buen humor. Hará las delicias de aquellos que sepan apreciar la fina ironía de un Robin Hood en cuyo retrato podemos ver que empezó siendo un trilero de feria pero que, gracias a su honor y valores tan propios del Siglo XII, acabó siendo el primer sindicalista de la historia, ahora que tan a cuento viene.